Este año voy a pedirte a ti. Papá se portó mal, dejó la puerta cerrada con tres llaves y nada en la heladera. Tenía miedo. Por eso adelgazó, borró la barba de un navajazo y maquilló unas líneas huecas en su cara.
A nosotras nos fue cambiando el cuerpo pero él no lo notó. Miraba siempre a la pared porque había empezado a fumar. Como nunca respondió mis cartas, y ya van trece, te escribo a ti y te pido:
Una muñeca que no quiebre
Una casa de ventanas sin pared
Anteojos de noche (los de sol no los necesito)
Un libro que duerma y crezca conmigo
La voz que me cantaba antes de caminar
Mi amigo invisible
Agujas para tejer como Penélope
El bolso de Mary Poppins
Un abridor
Un reloj que ande más despacio
Un cuaderno que no se borre
Una foto tuya
Mamá, trabajaste para él en la clandestinidad sin brillos ni trajes para el frío. Lo sé todo.
Te quiero.
Cuando sea mayor
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De chica, estar al aire libre no era una sofisticación o una imprudencia:
la hora de ir a la puerta no se hacía esperar nunca y los chicos del barrio
plag...
Hace 10 años
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