Dame un hombre de poesía que muera
cada vez que quiera salirse de sí,
para venir a buscarme en palabras
que el viento no se lleva
que no se muera no de mí.

Dame un hombre con fuerza de joven
que crea
en el inmenso mundo del pecho,
que por latir tanto se sale
y busca la calma adonde no queda.

Dame un hombre, dame muera
de amor de todo por solo verme,
que diga lo que no dice nadie
para tenerme.

Y cuando llegue el momento
de escaleras, ventanas y flores,
dame un hombre de poesía que muera
que no se muera no de mí, de amor.

4 comentarios:

  1. Los hombres así quizás haya que soñarlos.
    O evocarlos con poemas tan bellos como éste.

    Un abrazo.

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  2. Morir cada día y seguir.
    Morir por tantas cosas que no merecen la pena, y después nos da miedo morir de amor. Que es la muerte que más aporta a la vida.
    Besos.

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  3. Pufff que poema tan hermoso...me han venido a mi mente imágenes de " Lucía y el sexo" cuando el placer y el amor se hacian tan insoportables que Lucía se iba "muriendo de amor"...

    es uno de tus poemas que mas me ha gustado

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  4. Maravilloso! Estás pletórica. creo que ya te lo dije antes, pero es que así lo leo. Un beso.

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