Dos que no esperan

Habla, dijo él.
Un descuido es una luz que atrae a los ojos. Por eso enfrenta.
El otro él en la rigidez no necesita defenderse.
A tan sólo medio metro uno del otro, ¿qué has dicho?
Aparentemente nada.
Hazlo, pide y los ojos le brillan. Quiero oír lo que imagino.
El otro él viendo también esa luz, el descuido,
Borrando la distancia se lo cuenta sin palabras.


Apuntes desde el banco de una plaza.

16 comentarios:

  1. Porteña, ¿Te importaría quedar en ese banco de la plaza a vivir y nos vas contando reflexiones?
    Me encanta el texto.

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  2. ¿Te quedarás, como te pide Gabriel? Sonríe, Ella.

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  3. Me quedo siempre que me dejen espiar. El que anda solo siempre levanta sospechas.
    Cuidado que viene el alguacil :@

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  4. Mu ha gustado mucho tu texto..

    saludos fraternos

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  5. Sólo quien sabe mirar, aprecia la sutileza de cada movimiento: la caída de una hoja del árbol, el trasiego amorfo de los peatones, amortiguado por los estrépitos callejeros, el ahacoso caminar de una viejecilla o el reto de miradas de dos que discuten en un ensordecido diálogo.

    ¿Me haces un hueco en tu banco, querida Svor?

    Un abrazo.

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  6. Aviso para navegantes, diálogos mirando la forma de las nubes y la direccion del Mar.

    Me encantó esta forma de hablar
    besos imaginados !!

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  7. que buen texto. Está claro que a veces los bancos de las plazas dan para mucho

    un beso

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  8. Es una excelente manera de contar.
    La mejor.

    Besos.

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  9. Yo debo estar constantemente descuidado.
    Besos.

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  10. Gracias por tu visita y tu comentario en mi ciudad, me gusta tu blog, volverá asiduamente para leerte, seguro.
    Aunque esto de escribir la verificación de la palabra..., hace muchas qveces que no deje comentario.

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  11. ¡Cuánto da el banco de una plaza!

    Hay distancias que no se descifran con palabras. ¡Excelente!

    Un abrazo, desde otro banco de otra plaza.

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  12. muy bueno tu texto svor! los bancos son grandes lugares para la inspiracion.

    salu2!.

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  13. Me maravilla tu facilidad. Me parece estupenda. La extension del relato es exclusiva, como si no se necesitara nada mas.

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  14. Desde el yo hasta el él hay el saber escuchar y el saber decírselo a que quien se habla de tú:
    Descuidos como luz,
    silencios que borran las distancias.

    Encantadores apuntes los tuyos.

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  15. Gestos, silencios, idas y venidas.
    Discursos para observar y entender.

    Un beso.

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  16. Aquí, dos amores llamados El son los que se aman... La tensión en el banco de la plaza es aguda. Lo bueno es que cada vez hay mas ellas sin ellos y viceversa que se animas a gritarlo.

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