Como a orillas del mar

Abre la espuma. ¿Qué pasa? Se desvanece en las manos. ¡La hemos pasado tan bien!

Hay más. Dale. Una superficie lisa. Suavemente rígida. Está bien, mañana a la misma hora.

Estuve pensando y podríamos animarnos. Escarba la arena con las manos. No tiene sentido seguir pagando dos alquileres ni extrañarnos tanto.

Escarba hasta que canse aunque siempre haya una pedazo sujeto a la sombra privada del alma.

3 comentarios:

  1. Una historia que quiere ser reflejo de muchas felicidades ajenas, pero aunque no ha sido en vano no lo consigue.
    Me gusta tu manera de contarnos las cosas, con muchos silencios que nos hacen pensar...

    Un beso.

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  2. Svor:Bienvenida por mi ventana y llévame a la tuya.
    Referente de lo que has escrito te repito unas palabras que decía un viejo boxeador argentino.."La experiencia es un peine que te dan cuándo se te cayó el pelo"
    Agrego que de la sabia agridulce que queda siempre las cosas pueden tener otro sabor y bueno.
    Te besa Saúl.-

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