Feliz día mamá. ¿Qué me contás de lindo? Ya sé. Siempre te traigo lo mismo, pero esta vez son Orquídeas. No se me ocurre otra cosa. Es verdad, podría pintarte algo, pero hace tanto tiempo que no lo hago que… Ma, no me sigas dando las gracias por haber venido. ¿Cómo no voy a venir, estás loca? Es más, me traje un libro así te hago compañía todo el día. Espero que no tengas otros planes. No te preocupes, vieja, que los niños se quedaron con Elisa.
Y cuando terminó de hablar, colocó las flores sobre la tumba.
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ResponderEliminarUf, Svor...
ResponderEliminarTus palabras conmueven, cuanta ternura en ellas, ese sentimiento de que esta, de que vive y esta siempre,mi papi esta muy enfermo precisamente ayer veia como todos en casa desesperados, muy preocupados por que papi se quedaba sin oxigeno, pensabamos y los pensamientos iban y venian en posibilidades que descartabamos, hoy mas tranquilos, sin hablar mucho, nos muerde el miedo adentro, pero el sigue, sigue luchando. Gracias Dios.
ResponderEliminarHa sido un inmenso placer leerte, visitarte.
Besitos.
Creo que, por más que suene trillado, por eso debemos aprender a valorar a cada momento que vivimos con nuestros seres queridos.
ResponderEliminarun abrazo.
Muy conmovedor,de acuerdo,y buena elección la del niño.
ResponderEliminarYo en lo personal cuando visito a los míos en un cementerio,lamentablemente no siento su presencia,ya sólo los recuerdo en el corazón.