La cena

La mesa está lista: cubiertos de plata de la abuela, dos vasos de vidrio distintos, el mantel descolorido con algún que otro agujero de cigarrillo, pero el que había usado su madre para ocasiones importantes y la cena en la hornalla haciendo blu-blup.
Levanta el brazo y gira la muñeca, las nueve y cuarto pasadas. No se por qué me han empezado a salir pecas en las manos.
La mirada perdida se refleja en la ventana de la cocina. Que sobre comida es lo que menos importa, piensa, nueve y treinta y tres.
Tocan el timbre. Por fin. Se repasa el vestido con las manos, se acomoda el pelo.
Qué guapo estás. Tu también. Pasa, pasa. Me he retrasado porque no encontraba el papelito con la dirección. No pasa nada, por favor, ponte cómodo. Cuánto me alegra que hayas venido.
Después de la cena a la luz de la vela, con una tenue y agradable música de fondo, toman café. Al despedirse se dan un beso de los que no se olvidan y cuando él está a punto de subir al ascensor lo detiene: perdona, no te he preguntado tu nombre.Microrrelato, microficcion, minicuento, relato bonsai, texticulo, hiperbrevedad, relato hiperbreve, microcuento, ficcion subita

No hay comentarios:

Publicar un comentario