No está más entre nosotros. Primero se enfermó de los nervios, después su silla de séptima temporada la ocupó otro. “Mejor callados que sinceros”, nuestro profesionalismo reza, mientras el Santo de la Nómina nos absuelve desde su aura, bendiciéndonos con la seguridad que tanta falta nos hace.
Cuando sea mayor
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De chica, estar al aire libre no era una sofisticación o una imprudencia:
la hora de ir a la puerta no se hacía esperar nunca y los chicos del barrio
plag...
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