Vas en la línea azul en dirección norte, repitiendo la vuelta como todos los días, pero la voz automática de la señorita metro dice que es metro sur y otro color, ¿próxima parada Puerta de Toledo?
Dudas y lo atribuyes al cansancio, no sería la primera vez que te confundes, no en Madrid, claro, pero no sería la primera vez.
Has hecho durante dos años el mismo recorrido pero dudas. Buscas los ojos de los viajeros y unos cuantos están como tu, preparándose para saltar del tren a penas se abran las puertas. Otros siguen sin enterarse a todo iPod y algunos que han prestado atención, después de hacer un gesto ceñudo, siguen leyendo con la misma cara de relax como si nada. Pero tu dudas, ahora, acompañada.
Haces memoria y rebobinas. No lo tienes muy claro porque son esas cosas que al hacerlas tantas veces se han vuelto piloto automático. No puedes asegurarlo. Pero vamos, casi-casi seguro que vas en la azul hacia el norte.
El tren para en la estación Cuzco. Respiras. Sueltas las cosas que aprietas con las manos y los brazos; te acomodas otra vez. Lo mismo hacen esos cuantos. Para los que llevan cara relax es obvio. Los de cara-iPod-en-trance siguen pasando de todo.
El tren arranca y la voz metro vuelve a contradecir. Con seguridad de máquina programada. Como tu. Cuidado estación en curva, próxima parada Acacias, nombre que jamás habías escuchado. Y a pesar de que tus ojos te hayan dado la razón una estación atrás, sigues dudando.
Cuando sea mayor
-
De chica, estar al aire libre no era una sofisticación o una imprudencia:
la hora de ir a la puerta no se hacía esperar nunca y los chicos del barrio
plag...
Hace 10 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario