Refugio

Mujer, te estás quedando en los huesos y sabes muy bien que me gusta tener dónde refugiarme. Para fabricar bastones, esperaré a jubilarme.

8 comentarios:

  1. Gracias por tu e-mail.
    También te invito a pasar por mis blogs cuando quieras.

    Me encantó tu ocurrencia del bastón...

    Cariños

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  2. Pues a mí me parece de una crueldad sin límites. Porteña, no seas tan mala persona con tus personajes. Muac.

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  3. Además del "refugio" siempre cálido y acogedor ¿no es una llamada a la liberación de la esclavitud de las tallas...?
    Saludos

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  4. Pepe, en eso he pensado! La mujer, aunque no siga la corriente, tiene de telón de fondo el asuntillo de la talla.

    Gabriel, jajaja, fue sin querer queriendo...

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  5. Hola...encantado...En mi pueblo decíamos que era tan delgada que dormía sobre una cuerda y se tapaba con un alambre. jeje

    Pd. Te llamas igual que mi prima y apellidas como mi abuela joerrr pensé que era ella jajaja

    En mi blog tengo muchos relatos, un novelorrio aparcado y otro en marcha. en el lateral los dos premios de relatos que he ganado y los enlaces,(Diarios de serfarad 2008, provincial de cuentos guardo 2009) por si apetece leerlos jeje(palabrero soy....jiji)

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  6. Gracias por invitarme a leer tus hiperbrevedades. Dice un queridísimo amigo que de tan flaca ella, él se resbala porque no tiene de dónde agarrarse!. Buenísimo todo lo que voy leyendo!! Saludos!!

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  7. Hemos trastocado la belleza. Antes lo que cubría los huesos podía ser bello, ahora no. Un gran beso.

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