Retocó el maquillaje y cubrió la pequeña manchita verde. Recibió a su marido con el plato preferido. Cenaron. Recogió la mesa. Puso la vajilla sucia en la lavadora. Miraron un rato de tele y se fueron a la cama. Hicieron el amor. Después, la mujer le dio un beso de buenas noches, arropó al marido y le dijo hasta mañana, antes de que se quedara dormido. Por último, tomó la escoba y salió volando por la ventana.
por cierto, estoy preparando una reseña con el objetivo de analizar algunos blogs sobre microrrelatos y a sus autores a traves de una breve entrevista que os enviaré. Creo que seleccionaré unos 5 o 6.
Me podrías facilitar tu dirección para mandartelo.
Daniel, :) jajaj Gabriel, tus ocurrencias siempre me sacan una sonrisota. Cónica, por suerte, en mi caso es todo lo contrario. En casa ando sin maquillaje, pero cuando tengo que tomar contacto con el mundo, ahí afuera, no que queda otra que camuflarme. Cristina, :) Gabiprog, no te olvides de la capa!
Cuando sea mayor
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De chica, estar al aire libre no era una sofisticación o una imprudencia:
la hora de ir a la puerta no se hacía esperar nunca y los chicos del barrio
plag...
la verdad es que al principio me estaba desilusionando, pero cuando he llegado al final me ha fascinado.
ResponderEliminarMuy bueno.
por cierto, estoy preparando una reseña con el objetivo de analizar algunos blogs sobre microrrelatos y a sus autores a traves de una breve entrevista que os enviaré.
ResponderEliminarCreo que seleccionaré unos 5 o 6.
Me podrías facilitar tu dirección para mandartelo.
Muchas gracias.
Y de regreso, mientras caminaba despacio por el pasillo, vio en la puerta de la alcoba otra escoba.
ResponderEliminares perfecto, en esto de las brevedades eres una bruja sin trucos. me costará un tiempo, claro, imaginarte sin gruesa capa de maquillaje o sin escoba.
ResponderEliminarbesos! buen año!
Me encantó!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarYa notaba algo de fresco por las noches...
ResponderEliminarDaniel, :)
ResponderEliminarjajaj Gabriel, tus ocurrencias siempre me sacan una sonrisota.
Cónica, por suerte, en mi caso es todo lo contrario. En casa ando sin maquillaje, pero cuando tengo que tomar contacto con el mundo, ahí afuera, no que queda otra que camuflarme.
Cristina, :)
Gabiprog, no te olvides de la capa!
Qué bueno encontrar este relato. Volveré.
ResponderEliminarJejeje, me ha encantado el final. Yo siempre quise ser un poquito bruja.
ResponderEliminarUn besote.
Un final interesante para un comienzo monótono. Te seguiré leyendo. Un saludo.
ResponderEliminar:0 ... Inesperado final...asi me gustan!!! Muy bueno tu blog...Gracias por la invitación.
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