Martillo la pared para colgar un cuadro. La pared se rompe como si fuera un cristal. Del otro lado estoy festejando el cumpleaños de mi marido. Veinte personas le cantamos aplaudiendo. Antes de que sople las velitas lo interrumpo cogiéndolo del brazo. Levanto la vista y me veo del otro lado de la pared, en pijamas y con el martillo en la mano. Te dije que no colgaras el cuadro durante la fiesta, me digo, muy enfadada. Ahora te vas a la cama inmediatamente y sin postre.
Cuando sea mayor
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De chica, estar al aire libre no era una sofisticación o una imprudencia:
la hora de ir a la puerta no se hacía esperar nunca y los chicos del barrio
plag...
Hace 10 años
¿Cómo que a la cama? Al sofá sin miramientos...
ResponderEliminarBesos, feliz año.
Excelente.
ResponderEliminarno es de los mejores que te he leído, pero siempre un placer hacerlo svor.
ResponderEliminarMe gustó sobre todo el juego con los dos espacios.
¡Muchas felicidades! Y que el tiempo me permita seguir disfrutando de esta buena literatura.
ResponderEliminarNo pasa nada. Las paredes se rompen aunque los invitados de la fiesta no lo entiendan; ellos quizá no tengan cuadros, o nunca los cuelgan en público.
ResponderEliminarBesos.
Vaya... con lo buenos que están los postres, jejeje.
ResponderEliminarUn besote.
Obedecerse es una gran virtud...
ResponderEliminar¡Interesante relato, Svor!
Si es que cuando tu pareja te tiene harto, de una forma u otra, le fastidias siempre sus fiestas.
ResponderEliminarLasosita, cuánta razón tienes!
ResponderEliminarGabriel, hay que buscar siempre alternativas.
Como me gustan tus comentarios, tío!
Antifaz, jajj muy creativo.
Athenas, es que cuando se vaya a la cama no le va a quedar otra que despertarse.
Svor
Muy interesante este relato por lo que deja para la interpretación y la creatividad.
ResponderEliminarUn beso amiga
estero que haya sido un pijamas de verano, por lo menos aquì hace mucho calor...
ResponderEliminarfelicitaciones!
gracias por invitarme
Espe (L)
...
ResponderEliminarmmm... y siempre te encontrás por ahí?
Por otro lado... menos mal que no te mandaste a la cama sin dormir. ¡Eso es castigo! ¿Sabés lo que es estar horas y horas en la cama y no tener autorización para dormir?
Ja! Esos eran castigos...
Un gusto pasar a leerte nuevamente.
Catigado... Manco Cretino
Acabo de descubrir que te has mudado...
ResponderEliminar... prometo regresar.
Un fuerte abrazo desde el Otro Lado.
Mira que ponerse a martillar en el cumpleaños del marido... me parece justo el castigo.
ResponderEliminarBuen relato.
Saludos.