Cuerpo quieto, el viento sopla.
“Un día de estos. Tiene que ser un día de estos”.
Parada, sin mover la cabeza. Lejos de los pies desnudos en hierba.
Un punto fijo, inexistente, de excusa.
Pensamientos como bolas de billar.
Mientras, el viento sopla surcos y blancos sin moverla.
“Un día de estos. Tiene que ser un día de estos”.
Parada, sin mover la cabeza. Lejos de los pies desnudos en hierba.
Un punto fijo, inexistente, de excusa.
Pensamientos como bolas de billar.
Mientras, el viento sopla surcos y blancos sin moverla.
El viento y... nada más.
ResponderEliminarUn saludo, Svor.