Un poema para el buen amante

Mano. La herida para siempre.
Un camino obligado que circula
Al vientre desplazándose en extremos.

Dedos. Detalles del deseo que
Pasean vientos húmedos
Sin propósitos de divagues.

Boca. El ungüento pincelado
Prepara la explosión sin segundero
Poseyendo al cuerpo que inmóvil se abre.

Él. Lo que faltaba.
Movimiento que acelera la conjura
Del desgaste y hazte de mi cuerpo.

4 comentarios:

  1. una descripción delicada y sensual.
    Saludos

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  2. Heridas, detalles y ungüentos.
    Nada mejor que las zonas adecuadas para aplicarlos: manos, dedos, boca.
    Con tales armas y tales efectos necesariamente ha de ser bueno cualquier amante.

    Besos.

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